Crimen se escribe con A

Un nuevo caso cae en manos de la inspectora de homicidios Aridane: el extraño asesinato de una joven llamada Rebeca.
Tres sospechosos. Tres hombres que se citaron con Rebeca mediante Wonderful Love, una agencia de contactos de alto standing.
Tres citas. De incógnito, se citará con ellos y deberá estudiar todos sus gestos, sus palabras y sus vidas en busca de pistas que hagan avanzar la investigación.
Tres coartadas sólidas, pero uno de ellos tendrá que dar con sus huesos en la cárcel. Nuestra chica no dudará en hacer «lo que sea necesario» para descubrirle.
Su vida se complicará con cada cita y no será nada fácil señalar al asesino. Unas veces parecerá que nadie es culpable, otras veces lo parecerán los tres. En una disparatada semana de infarto, tensión, pasión, dudas y mentiras, tendrá que apartar sus emociones y ser capaz de cerrar el caso.

 Opinión

Este libro fue una de las adquisiciones del V encuentro del RA y me alegro de haberlo hecho.

Reconozco que ya había visto su lanzamiento por las redes sociales pero fue su portada la que me echó para atrás. Creí, erróneamente, que era un libro erótico, género que no me entusiasma demasiado.

Juzgué, nunca mejor dicho, el libro por su portada.

Un asesinato. Tres sospechosos. Tres citas. Un asesino

Y ahora os preguntaréis qué fue lo que me hizo compralo.  Fue la presentación tan interesante que hizo la editora de Ediciones Kiwi en una de las mesas de la RA donde hablaban sobre las novedades de este 2015. Lo vendió como un thriller-romántico divertido y aquello atrajo mi curiosidad.

El thriler-romántico me encanta, de hecho Marta Andrés y Mar Carrión son dos autoras españolas de este género que os recomiendo y que me encantan, pero si además me aseguran que el libro me sacará alguna que otra carcajada, ¡no podía perdérmelo! En cuanto tuve un descanso, salí a comprarlo al stand de la librería oficial del evento (Paraíso Romántico) y busqué a su autora por todo el salón para que me lo dedicara. (La dedicatoria me la reservo. Solo os diré que ojalá cumpla su palabra.  Me haría mucha ilusión.  😉 )

Y ahora, vayamos con la trama que sé que lo estáis deseando.

Aridane es una inspectora de policía con una belleza y un cuerpo de escándalo ocultos en conjuntos de ropa cómoda y holgada. Odia tener que repetir su nombre y corregir a todo aquel que lo pronuncie mal (no sé por qué esto me suena…) Su apariencia de «estomismomepongo» y su profesión hacen que su vida amorosa sea inexistente. Sin embargo, tendrá que emplear sus mejores artes de seducción cuando le asignan, junto a su compañero Rubén, el asesinato de una joven llamada Rebeca. La mujer se había citado con tres hombres de una agencia de contactos antes de que fuera encontrada muerta en su apartamento. Los tres candidatos son sospechosos de asesinato y a la inspectora no se le ocurre otra manera mejor de que confiesen que intimando con ellos como lo hizo Rebeca.

Un picnic romántico…

Aridane, en cuanto hojeó el expediente,  se sintió identificada con la vida de la víctima: Una mujer soltera a la que no le gustaba salir y cuya vida era su trabajo. Sentía que, lo que le había ocurrido a la víctima, le podía haber sucedido a ella y por ello se tomó el asunto como algo personal.

Y tan personal… porque puede que en algunos momentos se le olvidara de la verdadera razón por la que estaba en la cita. Aunque, afortunadamente, siempre oía en su cabeza la vocecita de su madre difunta para ponerle los pies en la tierra.

Los sospechosos, como hemos dicho, son tres. Por un lado tenemos a Adrián, un  hombre rico y famoso que por encima de todo detesta que le mientan. Por otro lado tenemos a Arturo, un empresario de locales nocturnos cuya única obsesión es bañarse en colonia. Y por último está Álvaro, el típico pagafantas, que encima, también es enfermizo e hipocondríaco. Todos tienen unas coartadas sólidas el día del asesinato y todos parecen inocentes o culpables en algún momento de la novela.

Si a todo ello le añades una hermana con cuatro hijos que tiene una profunda crisis matrimonial, además de una cierta atracción a provocar situaciones temerarias, una madrastra emparentada con la mafia rusa y una gata arisca que siempre está de uñas con la inspectora, obtendrás una novela donde las carcajadas o al menos la sonrisa, estará asegurada.

Queca, una gata muy especial…

En cuanto al estilo de la autora me gusta mucho. Es fresco, divertido y ocurrente. Tiene expresiones o comparaciones que  por sí solas ya te sacan la mueca y por tanto te harán la lectura más amena y entretenida.

Me siento más insegura que un piojo en una melena en otoño.

Además, el hecho de que vaya intercalando la investigación del caso con pasajes de la vida de Rebeca hace que el lector se identifique más con la víctima, su entorno y su forma de ser, e incluso, se compadezca de tan desgraciado final.

Hay algo que también  me ha acercado mucho al estilo de Irene y es su pasión por las series. Ese punto friqui (en el buen sentido) que comparto con ella, se refleja en su obra donde alude en varias ocasiones a series de televisión que me encantan y que sigo.

-(…)

-Y entonces los he seguido.

-¿Tú estás loca? ¿A quién se le ocurre ponerse a perseguir sin tener ni idea? -me va a dar algo-. ¿Tú te das cuenta de que tienes una familia? ¿Que yo soy policía? Podrías habérmelo dicho. Júrame que nunca más te vas a exponer así. Solo se te puede ocurrir a ti -sermoneo-, ir sola por ahí, jugando a los detectives…

-¡Pero que no iba sola! -espeta.

-¡Ah, no! ¿Y con quién ibas?, ¿con Castle?

Interior del libro

No quería terminar sin dar mi enhorabuena a la maquetación de la novela. Estamos viviendo en una época en la que cada vez nos esforzamos más por agradar al lector y en la que ya no es válido solo escoger una bonita portada y ahí se queda todo. Estoy comprobando que existe una tendencia, por parte de las editoriales, a poner más empeño en la decoración del interior; la letra de los títulos, dibujos o símbolos relacionados con la obra para separar secuencias…  Detalles, que como lectora, agradezco. Aquí os dejo una conversación de whatsapp entre los protagonistas que te hará creer que estás ante la pantalla del móvil del protagonista.

En conclusión, y para no aburriros más, si os apetece leer un novela romántica divertida en la que harás cábalas, al igual que su protagonista, para adivinar quién fue el asesino de Rebeca, esta es tu novela.

Chocolate

Aquí os dejo mi trocito de chocolate de esta novela para que lo saboréis…

-He soñado contigo- digo incorporándome.

-¿De verdad? -abre muchos los ojos.

-De verdad.

-Pues no te voy preguntar con qué, porque tenías una cara y hacías unos ruiditos de lo más seductores.

¡Tierra trágame! ¡Pero trágame entera! ¡Quiero desintegrarme! ¡Qué corte! ¿Para qué le habré dicho nada?

-Jajaja -se monda-. ¡Estás coloradísima!

-No, si te parece… Colorado ibas a ponerte tú si yo te contara.

Adrián, como un resorte, se levanta para hacerse un hueco y sentarse en mi cama.

-Cuenta, cuenta. ¿He estado bien? -intenta preguntar serio, pero se le escapa una risita.

-Insuperable -le afirmo, aceptando su mirada.

-¡Vaya! Pues me lo vas a poner difícil, no es fácil sobrepasar a los sueños.

 Puntuación

@elicakilian

Si queréis conocer un poco más a esta autora, os dejamos el enlace de su página de facebook (pincha en el nombre). Irene Ferb

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