Seguro que habéis oído mencionar de La maldición de los Luján, esa novela de las que todos hablan en las redes sociales, ¿Queréis saber quién es su autora? Ditar de Luna, y así se define ella en su blog personal:
“¿Qué hace una chica de Ciencias Puras en un certamen literario?” Jamás olvidaré esta frase. Me la dijo un chico muy mono de Zaragoza cuando yo tenía 17 años. Solo se me ocurrió una respuesta:“Lo mismo que tú. Recoger mi premio”. Premio Cobi Leyendo (Ministerio de Cultura)
Porque inventar historias me ha apasionado desde siempre y ponerlas en un papel era la única forma de que permanecieran en el tiempo. Desde la época en la que la profesora de lengua nos mandaba escribir una redacción todas las semanas, los relatos cortos han sido siempre mi debilidad.
-
“Visiones” – Concurso Eurostars de Relatos Breves 2012
-
“Noche Dalid” – Concurso de Relatos “III Encuentro Novela Románticas Tarifa” 2014
Sin embargo, debo de estar haciéndome mayor, porque mi primera novela saldrá a la luz en Febrero de 2016 de la mano de Ediciones Urano en el sello Titania.
“Cerebro de ingeniera, corazón de escritora”, me dijo una de mis profesoras en el colegio. Y creo que por fin ha llegado el momento de mi vida en el que puedo compaginar ambos amores. Soy ingeniera de Telecomunicaciones de lunes a viernes, pero cuando cae la noche del fin de semana, mi mente vuela hacia ese mundo maravilloso que solo las palabras pueden crear.
P.D.: Si te intriga saber por qué me llamo Ditar de Luna, solo tienes que preguntármelo 😉
En primer lugar queremos agradecerle a Ditar de Luna su amabilidad por concedernos esta entrevista y esperamos que os agrade y sea de vuestro interés. Allá vamos…
Soy yo la que tiene que daros las gracias a vosotras por darme esta oportunidad. Para mí es un placer poder contaros un poquito más sobre mí y sobre La Maldición de los Luján.
PDC: ¿Quién es Ditar de Luna y quién es Leticia Catalán?
Digamos que yo soy una moneda, y ellas son mis dos caras. Leticia es ingeniera, trabaja en una empresa de telecomunicaciones y le encanta su trabajo porque le permite conocer de primera mano todos los avances tecnológicos de su sector. Es como tener un asiento de primera fila delante de una pantalla que te muestra el futuro. Ditar es una apasionada de la Historia (carrera que terminará cuando se jubile o cuando le toque la lotería) y aprendiz de escritora en los ratos que consigue robarle a Leticia. Le encanta el pasado y cree que podemos y debemos aprender mucho de él. En el fondo me imagino que las utilizo para no volverme loca y poder centrarme en cada momento. ¡Mi cabeza nunca para!
PDC: ¿Por qué el seudónimo de Ditar de Luna? ¿Cómo lo escogiste?
Es un nombre que significa mucho para mí porque nace de mis raíces y de la fortaleza que da la amistad que perdura en el tiempo. DITAR fue el apodo que me pusieron mis amigas del colegio por un juego de palabras (la conjunción de una virtud y un defecto) y LUNA por mis amigas del pueblo, que pensaron que llevar el nombre de la patrona de Pozoblanco (Córdoba), del que procede mi familia materna, me daría suerte. ¡Y creo que acertaron!
PDC:Cuéntanos cómo es eso de que tienes un cerebro de ciencias y un corazón de escritora. ¿En ti es cierto eso de que el corazón tiene razones que la razón no entiende?
Pues parte de la dicotomía que os he explicado antes. Soy una persona muy racional para algunas cosas, pero tremendamente emocional para otras. Sin embargo, a diferencia de lo que le sucede a Sara, la protagonista de La Maldición de los Luján, me siento más segura cuando es mi instinto el que toma la decisión final. ¡Y creo que, por lo menos, con mi marido no me equivoqué! (ja,ja,ja)
PDC: ¿Tienes alguna autora fetiche? ¿Qué libro no te cansas de releer?
Yo me inicié en novela romántica cuando era muy jovencita y lo hice de la mano de Victoria Holt. La llamaban “la gran dama del romance gótico” y yo adoraba la forma en que sus historias me atrapaban, me hacían soñar y además me enseñaban historia y cultura de otros países sin que me diese cuenta. Mis amigas también cayeron bajo su embrujo (nos pasábamos horas comentando sus novelas), así que el recuerdo es todavía más hermoso porque sus libros me traen a la memoria una parte de mi vida muy especial.
Y contestando a la segunda pregunta, la verdad es que yo no soy de leerme varias veces un mismo libro, solo alguna escena que me haya gustado y poco más. Lo que sí os voy a confesar es que me he releído hasta la saciedad mi colección de “Asterix y Obelix”. ¡Me sabía diálogos enteros de esos cómics! Todavía los leo y no puedo parar de reír adelantándomea la situación cómica que sé que va a suceder a continuación.
PDC: Sé que eres una mujer que tiene todo atado, con nudos marineros si cabe, todos los datos necesarios para empezar a escribir una novela pero, en cuanto al físico de los personajes,¿te inspiras en alguien real o es después cuando buscas un rostro en nuestro San Google?
Imaginación al poder. El personaje existe en mi cabeza y luego tengo que hacer malabarismos para encontrar a alguien que encaje con lo que he escrito. En el caso de Sara fue fácil (Inma Cuesta) pero con la parte masculina me las vi y me las deseé… ¡Menos mal que Tiaré salió en mi ayuda y me enseñó que existía en el mundo Daniel di Tomasso…!
PDC: Cuéntanos qué sentiste y dónde estabas cuando te comunicaron que fuiste finalista en el II Premio Titania
Pues en ese momento era Leticia y estaba en una reunión. Cuando volví a entrar tenía una cara de idiota que no podía con ella, pero un subidón que hizo que me saliera bordada la presentación. Sin embargo, lo que sentí tras esa llamada es difícil de explicar, y por eso yo siempre lo llamo “momento Cenicienta camino del baile”. ¿Por qué? Pues porque es como si tu hada madrina acabara de aparecer para decirte que vas a ir a la fiesta en carroza y con un vestido espectacular, es decir, que tu primera novela ha quedado finalista y que a una editorial del renombre de Titania le ha gustado tanto que, aunque no estaba previsto, te la van a publicar. Pero cuando vas por el camino te das cuenta de que no sabes nada de lo que va a pasar cuando llegues a tu destino. ¿Y si tu vestido no es tan bonito como tu creías o no gusta a las personas que asisten al baile o no estás a la altura de los demás invitados? Es decir, ¿y si al público luego no le gusta tu novela o consideran que ese premio no es merecido? ¿Y si mi primogénita no estaba a la altura de los libros de mis compañeras, Anna Casanova y Mª José Tirado, autoras más que reconocidas y admiradas en el mercado? La verdad es que tenía mucho miedo, pero entonces recibí un gran consejo del “maestro” (creo que no hace falta ni que os diga quién es): «Tienes que disfrutar la experiencia de la primera vez, porque la siguiente publicación ya no tendrá la misma magia. No te pierdas el encanto de ser novata». Le hice caso.
PDC: Paralelamente al premio (que no siempre es así), estás teniendo un gran éxito con La maldición de los Luján, ¿te lo esperabas?
Quedar finalista de un premio no quiere decir que luego a los lectores les guste la novela y, como os he comentado antes, a mí era algo que me daba pavor. Sin embargo, creo que he tenido suerte y al público en general le está gustando bastante. ¡Esperemos que siga así!
PDC: Afortunadamente fuiste ganadora y has publicado con una editorial de gran prestigio como es Titania pero, si no hubieses sido el caso, ¿te hubieses atrevido con la autopublicación?
Creo que la autopublicación es una opción que nunca se debe descartar. Sin embargo, por varios motivos, yo tenía mucho interés en que mi primera novela saliera al mercado a través de una editorial. Uno de ellos, porque creo (y he podido confirmar) que una editorial como Titania puede enseñar muchas cosas de este oficio a una novata como yo. Además, la autopublicación (si no tienes un nombre en el mercado y quieres hacer algo más que subir tu novela a Amazon) requiere de mucho tiempo y dedicación, y en estos momentos ambos son un lujo que yo no puedo permitirme.
PDC: Con tu primera novela has dado de pleno en la diana ¿No te da miedo tener el listón muy alto para la próxima y no estar a la altura de esta?
¡¡Ni te lo imaginas!! Da pavor cuando las lectoras te dicen que les ha sorprendido tu primera novela y que esperan con impaciencia la siguiente, pero que a ver qué vas a hacer porque sus expectativas son muy altas. ¡Sin presiones! (ja,ja,ja)
PDC: ¿Por qué La maldición de los Luján y no El destino de la Zábila?
La Maldición de los Luján fue el primer título que tuvo esta novela, pero pensé que podía llevar a equívocos con respecto a su contenido o al subgénero al que pertenecía (por si se confundía con histórica o paranormal), y al final acabé presentándola al concurso como El destino de la Zábila.Durante el JAR 2015 tuve la suerte de poder lanzar al público la pregunta de cuál de los dos títulos les gustaba más, y la respuesta ganadora fue “la maldición”.
PDC: ¿Cómo se te ocurrió la historia de La maldición de los Luján? ¿Qué te dio la inspiración?
La Maldición de los Luján se fue gestando poco a poco y, a pesar de que han sido varios los pilares que la han sostenido (como el campo de la investigación oncológica), sin duda el más importante fue el primero, el que le dio su nombre. Quería contar una historia en la que el lector fuera descubriendo poco a poco los secretos de los Luján, pero a través de los ojos de una mujer tan racional y centrada en su propio mundo como es Sara.Siempre me ha llamado la atención las historias que se cuentan en los pueblos sobre cosas que sucedieron en el pasado, algunas incluso difíciles de creer, pero que de alguna forma siguen afectando a la vida de la gente en la actualidad.Esa frontera entre lo que creemos real y lo irreal que a veces se vuelve borrosa…
PDC: ¿Eres de esas autoras que siempre va con una libreta en el bolso para escribir cualquier idea que le surja?
Sí. Pero la mía es digital. Yo apunto todo en Evernote, así luego me es mucho más fácil encontrar la información cuando la necesito. Esto se lo copió Ditar a Leticia… (ja,ja,ja)
PDC: Una curiosidad, ¿cuándo escribiste el prólogo? ¿Antes o después de la novela?
Lo primero que escribí de la novela fue la escena en la que Sara descubre el origen de la maldición y la segunda el prólogo. Realmente, este es la base sobre la que se asienta toda la trama.
PDC: El prólogo es espectacular y no me canso de decírtelo, y aunque no sea histórica, con él demuestras que tienes dotes para la romántica histórica ¿Te atreverías? ¿Qué subgénero de la romántica nunca harías?
¡Gracias por el cumplido! Os voy a confesar que soy una ávida lectora de romántica histórica y fue el primer subgénero que consideré a la hora de escribir. De hecho, empecé a esbozar la trama de unanovelaque todavía está en una de mis carpetas…No la llegué a terminar. Me di cuenta de que se me iba el tiempo en los detalles temporales. No me atrevía a que un personaje diera un paso sin comprobar que no estaba metiendo la pata en algún anacronismo. Por eso decidí que para empezar necesitaba una historia en la que pudiese centrarme en la trama, sin tener que preocuparme por el contexto temporal. Y así surgió La Maldición de los Luján.
Y con respecto a qué subgénero no trabajaría… ¡yo nunca digo de este agua no beberé! La vida cambia y nosotros con ella. ¿Quién puede predecir lo que nos inspirará en el futuro?
PDC: Cuando leí la sinopsis y el prólogo me imaginé (no sé por qué, mi mente vuela sola con cada historia) que ibas a intercalar capítulos del pasado con el presente. ¿Alguna vez lo consideraste?
Sí, a priori parecía la opción más fácil para escribir esta novela, pero me resistí a hacerlo. No sé si acerté, pero me planteé como reto contar la historia de forma lineal para que la lectura fuera más ágil. Para ello utilicé lo que yo defino como “técnica de telenovela” (perdonad mi ignorancia, pero no sé si hay un nombre específico para esto) y que consiste en descubrir lo que ha sucedido en el pasado, a través de personajes que se lo van contando unos a otros, haciendo que el lector se sienta partícipe de la conversación.
PDC: ¿El viaje por las Islas Griegas es pura documentación o necesitas escribir sobre lo que conoces de cerca (Me abstengo de comentar la escenita de señora con pamela y chanclas en un cortijo cerrado a la hora de la siesta) ;)?
Mala, mala, mala… (ja,ja,ja)
Bueno, ahora en serio, creo que siempre es más fácil escribir sobre algo que conoces, pero con los medios de los que disponemos hoy en día la tarea de documentación es menos costosa y,además, en algunos casos se hace imprescindible.
Yo sí he estado en Grecia y en Turquía, pero ni muchísimo menos en los escenarios por los que se mueve Sara. ¡¡Ya me gustaría!! Siempre me ha llamado la atención, sobre todo en las novelas de viajes, poder sentir la magia real de un escenario que me ha hecho soñar. Por eso todos mis escenarios existen. Hoteles, restaurantes, monumentos…, puede que en algunos me haya tomado alguna licencia literaria, pero si alguien quiere visitarlos, puede hacerlo. ¿A quién le apetece tomarse un café en un bello restaurante en la isla de Cos llamado “Pote tinKyriaki”? Probablemente, no os atienda el simpático Kostas, pero la original carta escrita a mano en un cuaderno de ejercicios escolares sí la vais a encontrar.
Y con respecto al cortijo de los Luján…
Antes os he dicho que lo primero que escribí fueron las partes en las que se contaba el origen de la maldición, pues lo segundo que hice fue sumergirme en Internet hasta encontrar un escenario real en el que poder ubicarla. Y así tuve la suerte de toparme con este increíble hotel: “El Cortijo del Marqués”. El nombre de los Marqueses de Mondéjar me lo dio su propia historia, ya que fueron ellos los que lo habitaron. Devoré toda la información que aparecía en su web, y solo la “causalidad” (como dice una amiga argentina) o el destino, hizo que pudiera visitarlo una semana antes de enviar mi manuscrito al II Premio Titania. Esto me permitió afinar algunos detalles que con la simple visión de una página digital no habíasido capaz de captar.
PDC: ¿En qué te identificas con Sara, la protagonista principal?
En muchas cosas, pero principalmente en su obcecación por renunciar a todo si hace falta por conseguir un objetivo que se le ha metido en la cabeza.
PDC: Y Ditar de Luna ¿cree en las maldiciones?
Yo creo que hay muchos tipos de maldiciones… Incluso que algunas nos las autoimponemos sin ser conscientes de ello.
PDC: ¿Cuál es la escena que más te costó escribir y por qué?
Sin duda, la primera escena de sexo. Quería que fuera especial pero no lo conseguía. De hecho, por mucho que la modificabaseguía resultando fría, poco acorde con el tono del resto de la novela. Entonces recurrí a mis amigas del pueblo (las que os comenté antes) y en la noche del sábado de un fin de semana de junio, me dieron la idea para darle una vuelta de 180º a esa escenita que me traía de cabeza. No sé si al final gustó o no a las lectoras (puede que esperasen algo diferente), pero yo me siento muy orgullosa. Creo que conseguí lo que me proponía, una escena cargada de erotismo sensorial más que sexual.
PDC: ¿Recuerdas algún comentario o piropo con respecto a tu novela que atesores con cariño?
En ese sentido soy muy afortunada. Es increíble cuando lectoras que no conoces de nada, se ponen en contacto contigo para decirte que tu novela las ha atrapado de tal forma que no podían dejar de leerla y que se han dormido a las 5.00 a.m. porque necesitaban saber cómo acababa. Yo sé lo que es esa sensación. Yo también me he dormido a esas horas por haber empezado una novela y ser incapaz de dejarla hasta terminarla. Por eso me siento tan feliz cuando alguien dice algo así de La Maldición de los Luján.
Otro de los comentarios que me emocionó fue el de una lectora que me dijo: «Me ha encantado la novela porque la historia es como un puzle en el que al final todas las piezas encajan a la perfección»¿Por qué me gusta tanto este comentario? Porque así diseñé yo la trama, en pequeñas porciones que tenía que intercalar a lo largo de la historia para que al final todo tuviera sentido y a la vez sorprendiera al lector. Para mí fue un puzle, y que alguienasí lo entendierame llegó al corazoncito.
PDC: ¿Podrías definirnos es estilo de Luna?
Puedo definiros lo que yo intento que sea mi estilo, otra cosa es que lo consiga…
Pretendo que mi manera de escribir sea elegante, sensual, de prosa ágil y tramas complejas. Que el lector se vea atrapado por el misterio, que se deleite en escenarios creados para el disfrute de los sentidos, que enriquezca sus conocimientos culturales en pequeñas píldoras diseminadas por el camino y que sueñe con historias de amor de las que te hacen creer que puede haber vínculos entre dos personas que están por encima de nuestro entendimiento terrenal.
¡Vaya párrafo que me ha salido! ¡Menos mal que no dijiste que lo tenía que definir con tres palabras! (ja,ja,ja)
PDC: Supongo que en las diferentes presentaciones que has hecho de la novela te habrán hecho la misma pregunta más de una vez, ¿Qué no te han preguntado nunca y te hubiese gustado que te la hicieran? Y por supuesto, conténtanosla
Pues es un detallito pero para mí es muy interesante.
Pregunta: ¿Existe Albalut, el pueblo escenario de la maldición?
Respuesta: No, Albalut es una licencia literaria. El que sí existe es Albolote, del que tomé su ubicación y algunos elementos de su historia, como el terremoto ocurrido en 1956. ¿Y cuál es la licencia literaria? Pues que el topónimo Albolote deriva del vocablo árabe “albolut” que significa “encina”. Yo solo cambié una “o” por una “a”, para que mantuviese su esencia sin faltar al rigor histórico. Y hay otro hecho anecdótico para mí. La tradición del pueblo de mi madre cuenta que la “Virgen de Luna” se apareció en una encina… Quizás solo haya sido una coincidencia, o que la esencia del subconsciente familiar ha jugado su baza. ¿Qué opináis?
PDC: ¿Con qué estás ahora? ¿Puedes contarnos algo? ¿Tendremos novela tuya para el 2017? Cuéntanos algo, por favor.
Pues poco puedo contar porque estoy en fase creativa y no sé dónde acabará todo esto. Tengo dos novelas compitiendo por la supremacía y creo que serán las musas y no yo, las que tomarán la decisión. Si bien es cierto que cada vez hay más lectoras que me piden la historia de Lawrence McCarthy, el hermano de Sara, y no seré yo quien les niegue las aventuras que tengo en mente para este pedazo de… señor. Sí, justo esa era la palabra que estaba buscando… (ja,ja,ja).
PDC: Y ya por último, nos gusta terminar con la encuesta de los sentidos. Queremos saber cuáles son los Sentidos de Luna.
- Un olor: El petricor. Soy incapaz de resistirme al aroma a tierra mojada después de una ligera lluvia de verano.
- Un sabor: ¿El chocolate? (Ja,ja,ja) Bueno, os voy a contar un secreto: me encanta la canela…
- Un sonido: El de la leña al ser consumida por las llamas de una chimenea en invierno.
- Una mirada y/o imagen: La mirada de mi marido el día que nos casamos.
- Un tacto y/o caricia: Unos labios masculinos acariciando el cuello desnudo de una mujer.
Gracias, de nuevo, por concedernos esta entrevista y ojalá que tengamos pronto otro libro tuyo para reseñar en el blog.
Gracias a vosotras. ¡Me lo he pasado genial!Lo repetimos cuando queráis. Un besazo.
No comments