No me quieres, no te quiero
Victoria Vílchez
Editorial Kiwi
Tessa sabe muy bien que el primer amor nunca se olvida, entre otras cosas, porque el destino parece empeñado en cruzar su camino una y otra vez con el de Alex, el chico que le robó el corazón cuando tenía tan solo dieciséis años. Su relación acabó mal, o más bien nunca terminó, y ahora han vuelto a encontrarse. Cinco años después, Tessa no está dispuesta a dejarse arrastrar por la tormenta de sentimientos que le provoca ese hombre repleto de tatuajes y con una sonrisa capaz de despojarla incluso de su voluntad. Pero una cosa es lo que ella quiera y otra muy distinta lo que su corazón no deja de susurrarle.
¿Podrán superar en esta ocasión el daño que se hicieron y todo lo que les sucedió en el pasado? ¿O están condenados a encontrarse y perderse una vez más?
Traición, dolor, culpabilidad y una pasión que los empujará hacia el abismo y pondrá a prueba su amor.
¿Podrá salir victorioso un amor que surge en medio de la mentira o la verdad acabará destruyéndolo?
Opinión
Victoria Vílchez me conquistó con Fuego y Espinas, una novela paranormal que nada tiene que ver con No me quieres, no te quiero.
En esta novela la autora nos relata la historia de Teresa; una estudiante de psicología que no ha superado su amor de adolescente.
A los diceciséis años conoce a Álex, el típico chico repleto de tatuajes y pinta de rebelde. Ambos se enamoran perdidamente. Sin embargo, algo ocurre entre ellos que convierte el romance idílico en un infierno. Los reproches, celos, insultos y desprecios, se asientan en el día a día de su relación hasta que llega un momento en que esta se vuelve insostenible y deciden decirse adiós; Álex poniendo tierra de por medio y Teresa intentando olvidar lo que fue el amor de su vida.
Álex es un par de años mayor que Teresa. El día que la vio por primera vez, siente que es su otra mitad. Su alma gemela, y no está dispuesto a dejarla escapar. No obstante, Álex podrá amar con todo su ser a Teresa pero sus acciones revelan todo lo contrario.
El amor no es coacción.
El amor no es privación de libertad.
El amor no es humillación.
Eso podrá ser cualquier cosa menos amor.
«Si parece un cabrón y actúa como un cabrón es porque es un cabrón».
Cinco años después, Teresa es otra mujer diferente: Tessa. Atrás quedó aquella relación que tanto daño le hizo. Ahora está en la universidad y es más madura. El tiempo ha sanado las heridas aunque ha dejado una dolorosa cicatriz.
«El tiempo no lo cura todo, esa es una mentira que se repiten los que están desesperados por olvidar, pero sí consigue poner en espera los sentimientos y las emociones. Apartas los recuerdos y los recluyes en una zona de tu mente a la que, con suerte, solo accedes en esas noches en las que te cuesta conciliar el sueño. Al final, logras vivir y seguir adelante aunque sepas que hay una parte de ti que malvive como puede. Haces balance y llegas a la conclusión de que eres más o menos feliz, y procuras no mirar atrás».
Tessa comparte piso con Zac; un joven de veinticuatro años que está realizando un doctorado de Física, con músculos de acero y corazón tierno. Es su mejor amigo, «su puerto seguro». Zac siempre ha estado ahí cuando lo ha necesitado. Su relación es tan buena, y desprenden tal complicidad, que todo el mundo creen que están juntos.
Ella jamás lo ha mirado con otros ojos que no sean los de la amistad, y más sabiendo que Zac ha tenido más relaciones sexuales con hombres que con mujeres.
Entiende que no es su tipo y por eso su amistad es tan diferente a cualquier otra. Con ellos se rompe el mito de que entre un hombre y un mujer jamás podrá existir tan solo amistad.
«Zac tiene una extraña capacidad para atontarme, le basta estar ahí y ser quien es para mejorar cualquier situación por extraña que sea».
Y cuando Tessa cree tener olvidado y aparcado el fantasma del pasado con nombre propio, aparece de nuevo en su vida. Se resistirá con todas sus fuerzas para no volver a caer en ese ciclo vicioso de autodestrucción pero su esperanza por empezar de cero y estar con el que ella cree el amor de su vida, ganarán la batalla.
No es el libro con el típico romance new adult, ni de segundas oportunidades, ni de triángulos amorosos. NO. ES UN DIARIO DE SUPERACIÓN PERSONAL.
Ha sido una lectura dura. Los que me conocéis sabéis que no soporto las tramas con relaciones tóxicas donde la buena estudiante al final de cuatro novelas consigue cambiar al chico malo. No. Me he cansado de repetir que hacemos un flaco favor a aquellas adolescentes que están sufriendo una situación similar si las colmamos de esperanzas de que todo va a cambiar. NO. La chica buena no cambia al chico malo en la realidad, mas bien sucede al revés. Ella dejará de ser quien y solo actuará como él espera.
Cuando lo estaba leyendo, me sentía como ese dios de las películas que está sentado en una nube observando cómo los humanos erran en su vida y no puedes hacer nada por interferir en su destino (hasta las escenas de sexo me daban hastío por ser con él). Más o menos la sensación que debió sufrir Zac al ver cómo perdía a su amiga por alguien que no la merecía.
No me quieres, no te quiero podría ser el diario de una joven inmersa en una relación tóxica y autodestructiva, que se culpabiliza de la situación, y que no sabe salir de la misma.
Solo espero que la continuación de esta novela se publique pronto y pueda quitarme ese amargor por las situaciones vividas por la protagonista, y se confirmen las sabias palabras de Coelho.
Chocolate
Y como trozo de chocolate os dejo esta cita que recoge la esencia del libro.
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