Kilo arriba, kilo abajo

Perra de Satán

Editorial Versátil

Perra de Satán acaba de cumplir los treinta años pero no tiene ningún tipo de crisis gilipollas. Simplemente está gorda y ha decidido que ha llegado el momento de perder algunos kilos. No es que ella sea, lo que se suele llamar, una chica que se cuide, pero ha traspasado la barrera de los cien kilos y eso ya le parece una ordinariez. Le gusta mucho comer, desde un buen cocido a una tableta de chocolate de Milka con galleta, pero también es de las que, si se pone, se pone, así que ya que ha tomado la decisión de empezar una dieta va a poner todo de su parte para conseguir su objetivo. Y cuando las cosas van bien, su culo mengua sin problemas: frutas, verduras, ejercicio y nada de dulces, solo algún capricho por Navidad. Pero cuando todo va mal el tema de la dieta se le pone muy cuesta arriba, lo que es una putada porque Perra odia subir cuestas. Perra de Satán es muy amiga de sus amigos y muy amante de los hombres, pero también es una chica muy independiente que quiere hacer sus cosas por sí misma. De cara a los demás es demasiado orgullosa, por lo que se niega a pedir ayuda y cree que ella solita podrá con todo lo que se le venga. También va muy de diva, aunque no es para menos. Por suerte, también es muy optimista, y aunque a veces tiene sus momentos de bajón, siempre encuentra un camino por el que seguir adelante, y ¡ sabe de dónde sacar las ganas para volver a caminar. Y, por supuesto, también se considera mejor que los demás, porque los demás son unos mediocres que no merecen su atención, aunque ella sí que disfruta siendo el centro de atención del resto.

En cuanto vi que la Editorial Versátil iba a publicar una novela de humor ilustrada, me lancé directa a por ella. Soy muy fan de Agustina Guerrero y su novela Diario de una volátil. Sin embargo, después de leer Kilo arriba, kilo abajo de Perra de Satán, tengo que decir que no tienen ninguna nada que ver pero que las dos cumplieron mis expectactivas: Divertirme.

Los pros: Es una novela de humor, y así es como debe leerse. No tiene más objetivo que el de divertir al lector y que este desconecte por un momento de sus problemas riéndose con las ocurrencias, las situaciones y el lenguaje descarado de la autora.

Después de cada capítulo, la ilustradora Ana Belén Rivero hace magia con sus lápices y consigue exprimir la esencia de la historia en una única imagen. (Otra ilustradora a la que no perderé la pista).

Otra de las ventajas de la novela son los capítulos tan independientes entre sí. Aunque sea un breve diario de Perra de Satán, podrías abrir el libro por cualquier página y empezar a leer sin necesidad de haber leído lo anterior, te provocaría la risa igualmente.

Los contras:  Igual que entiendo que es un pro para este tipo de novelas el lenguaje desvergonzado utilizado -en el mejor sentido de la palabra-,  el mismo puede acotar al público al que va dirigido, no siendo apto para todo tipo de lectores. (Abtenerse puritanos de mentes cerradas).

Mi recomendación es no leerla del tirón y dosificarla, eso hará que no te canses del estilo de la autora y puedas disfrutar mucho más de ella.

Conclusión final o titular: “Kilo arriba, kilo abajo es una tarta de tres chocolates que cuando la empiezas no puedes parar, pero cuidado, no te des un atracón. ”.

@elicakilian