La joya de mi deseo
Madrid, 1618. Luisa Estrada es una bella y joven viuda que, tras la muerte de su marido, asume las riendas de la joyería familiar. Sin embargo, los problemas la asedian: el gremio de joyeros no la acepta por ser mujer y se niega a venderle gemas. Su situación empieza a ser desesperada cuando su clienta y amiga, Catalina de Velasco, le propone un matrimonio de conveniencia. Pero ella no está dispuesta a aceptar. Álvaro es un apuesto galán de teatro en horas bajas que, sin embargo, a sus treinta años sigue siendo solicitado como amante por las damas de la Corte. Sueña con fundar su propia compañía de teatro, pero para hacerlo necesita dinero así que, cuando Catalina le propone que se case con Luisa, corre raudo a conocerla Pero la voluntad de la joven viuda no será tan fácil de doblegar. ¿Lo logrará?
Han sido innumerables las ocasiones que me habían recomendado La joya de mi deseo de Nuria Llop, sin embargo nunca encontraba el momento. Hasta que un día llegó al puesto número uno de mi lista de libros pendientes y lo empecé. Y entonces solo pude preguntarme ¿Por qué no lo hice antes?
Los pros: ¿Y por dónde empiezo? Porque es un TODO.
El estilo de la autora tan elegante, cuidado y con esas descripciones detalladas pero justas; Las pinceladas de historia que inserta en la obra como anécdotas sin que despunten de la trama; Los personajes principales tan bien definidos y caracterizados para la mentalidad de la época (un comediante truhán y una viuda religiosa y recatada); Unos personajes secundarios que cumplen a la perfección su misión: favorecer la unión de los protagonistas, destacando dos: Catalina de Velasco, que bien podría haber sido la inspiración de Fernando de Rojas para «La Celestina», y Cristóbal, que con un lenguaje sarcástico le mostraba la realidad a su amo.Y sin lugar a dudas, la trama: Por un lado, las reticencias religiosas o afectivas de Luisa a dejarse llevar por ese sentimento que florecía y la persistencia de Álvaro para que ella sucumbiera; y por otro, el ardid de la perla peregrina y las cartas provinientes de París.
Todo ello forma un engranaje estructurado y preciso para que la lectura sea adictiva y el ritmo de la misma no decaiga en ningún momento. Algo por lo que hay que felicitar a la sra. Llop porque no todas las escritoras consiguen mantenerte en vilo durante toda la historia. Chapó!
Creo que os he dado argumentos suficientes, sin contaros nada porque no me gusta destrozar las sorpresas, para leeros esta novela, pero si aún así estáis dudando (no entiendo cómo), os dejo una cita que tiene su puntillo…
-Escucha, debemos aclarar algunas cosas…
-¿Qué cosas? -la interrumpió acortado la distancia que los separaba.
-Las condiciones del matrimonio. Acordamos que sería una relación basada en nuestros mutuos intereses.
-Tú me interesas muchísimo.
Los contras: Aviso, es algo muy subjetivo. No me gusta mucho la portada (No os enfadéis conmigo 🙁 ), El objetivo de la portada es ser lo suficientemente atractiva como para que llame la atención del lector y le motive a cogerla de la estantería para darle la vuelta y leer la sinopsis. Ojo, no estoy diciendo que sea fea, sino que hay otro tipo de portadas que actuamente se están haciendo con las novelas históricas que me gustan más, y repito, es algo subjetivo. Menos mal que yo no me guío únicamente por eso, porque sino me hubiese perdido todos los libros antiguos de Julie Garwood que son los que atesoro con más cariño en mi estantería.
Así que, mi conclusión final o titular: “La joya más preciada tiene nombre de mujer”.
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