La voz de Archer

Mia Sheridan

Editorial Phoebe

Cuando Bree Prescott llega a Pelion, un pequeño pueblo en el condado de Maine, anhela contra toda esperanza que ese sea el lugar donde finalmente pueda encontrar la paz que busca con desesperación. El primer día en su nuevo entorno se tropieza con Archer Hale, un hombre silencioso que vive aislado por un dolor tan intenso como el de ella.

Bree y Archer empiezan a sentirse atraídos el uno por el otro. Un deseo irresistible que los empuja a acercarse sin remedio. Pero su historia encuentra barreras que pueden ser insalvables…

Un hombre solitario, la mujer que lo ayuda a encontrar su voz y una pasión dulce que esconde historias pasadas de secretos por desvelar. Una historia de deseo, destino y sufrimiento, pero, sobre todo, del poder del amor para transformarlo todo.

Opinión

Es la primera vez que leo algo de Mia Sheridan, una autora que ocupa los mejores puestos de las listas de los más vendidos del New York Times y Usa Today. Su trayectoria le precede y por tanto las expectativas al caer en mis manos La voz de Archer eran muy altas.

Coraza de piedra para protegen un corazón de cristal

Un diente de león. Un deseo. Un destino.

La voz de Archer es una novela cargada de sentimientos que provoca la empatía con sus protagonistas, haciéndote partícipe de su dolor como si lo sintieras en tus entrañas. La vida a veces da unos golpes difíciles de superar y la autora consigue, no solo que te enganches a sus páginas identificándote con Bree y Archer, sino que también nos da una lección de vida y de superación.

Archer es un niño que, tras un trágico accidente y un amargo pasado, es criado por su tío alejado de la sociedad; lo que ha hecho que se haya convertido en un hombre carente de habilidades sociales. En el pueblo lo consideran un ermitaño y nadie se relaciona con él, algo que le resulta muy cómodo. No sabe como interactuar con ellos y prefiere vivir en su mundo.

Un hogar donde encontrar la paz que buscaba

Sin embargo, esa zona de confort donde se halla Archer se tambaleará cuando se encuentre de bruces con Bree, la chica recién llegada al pueblo.

Su dulzura y su cariño derretiría cualquier corazón de hielo

Bree llega a Pelion huyendo de su tragedia personal, como si los kilómetros pudieran paliar el dolor y la soledad que siente en su interior. Cuando sus ojos verdes se cruzan con los caramelizados de Archer se creó una conexión especial difícil de definir con palabras.

¿Conseguirán Bree, con su amabilidad y cariño, resquebrajar la coraza de ese hombre huraño que no quiere saber nada de la humanidad sin que ella se rompa también del todo?

«Había pensado que decir que nos amábamos nos haría más fuertes, pero, sin embargo, para Archer, solo se había elevado las apuestas».

La mayoría de los capítulos están escritos desde el punto de vista de Bree, pero la escritora ha sabido intercalar en los momentos precisos la visión de Archer y los episodios de su pasado, llegando así el lector, a entender mucho mejor por qué y cómo se ha convertido Archer en el hombre que es hoy.

La voz de Archer es una novela tan dulce que te atrapará desde el inicio hasta el fin. Aquí no encontrarás dimes y diretes, peleas estrambóticas ni orgullos encontrados. Si buscas eso en una obra, esta no es la tuya. Pero si lo que quieres es leer una historia cargada de amor, cariño, superación personal, generosidad y sacrificio, no te decepcionará.

A veces, un argumento como el que ha escogido Mia Sheridan para La voz de Archer hace que miremos hacia atrás y veamos lo afortunados que somos y cómo personas, con dificultades y limitaciones mayores que las nuestras, son capaces de superarlo con amor y tesón.

Animaros a leer La voz de Archer porque no os arrepentiréis.

¡¡¡Espero vuestros comentarios!!!

Chocolate

Y como trocito de chocolate os dejo esta preciosidad…

“Una vez tomé una de sus labores y me pareció horrible, sucia y llena de nudos e hilos desiguales colgando por todas partes. Apenas podía distinguir la imagen que se suponía que era. (…) En ese momento, se me acercó mi madre y cogió el pedazo de tela de mis manos. Le dio la vuelta y ahí estaba aquella obra maestra. (…) A veces pienso en esas pequeñas piezas  de tela cuando la vida se vuelve muy complicada y difícil de entender. Trato de cerrar los ojos y creer que a pesar de que no pueda ver el otro lado en ese momento, de que la parte que estoy viendo sea fea y confusa, de que lo que se ha tejido no es una obra maestra porque está llena de nudos e hilos sueltos, el resultado puede ser hermoso. Que de algo feo y cruel puede surgir algo precioso, y que llegará un momento en el que vea lo que es».

@elicakilian