Igual te echo de menos que de más
Olga Salar
Cuando Olimpia se da de bruces con su pasado, presiente que sus problemas no han hecho más que empezar. Allí estaba él, mirándola fijamente con sus ojos negros, sin previo aviso y más atractivo todavía de lo que recordaba. Y Olimpia que creía que lo había superado…
Como ella es una optometrista de lo más profesional, está dispuesta a probarse todas y cada una de las lentes correctoras que ha ido acumulando a lo largo de los años: las de los «sueños rotos», las de la «venganza», las de la «solitaria estabilidad» y las de «la ilusión». Pero no se decide a probar esas que llevan por marca «Dale Otra Oportunidad».
Menos mal que en esta montaña rusa que es la vida estará acompañada por sus estupendos jefes, Gerardo y Arturo, parientes de «su pasado», su inseparable amiga Lola, quien sufre el ataque de las malditas hormonas, y su hermano Nico, un Dj enemigo de la pena que está deseando poner ritmo a la banda sonora de su futuro.
Opinión
Hacía tiempo que no leía algo de Olga Salar, y eso que siempre me deja un buen sabor de boca. Pero, por fin he vuelto a tu redil, Sr. Salar. 😉
Olga es una autora con chispa. Sabe cautivarte desde la primera página y este libro no iba a ser para menos. Igual te echo de menos que de más comienza con un prólogo de diez años antes donde dos jóvenes se conocen en un curso de optimetría. Los comienzos no fueron buenos; eran el antagonismo personaficado en hombre y mujer sin embargo, ¿no dicen que los polos opuestos se atraen?
El trascurso de la novela se desarrolla en la actualidad donde Olimpia, Pía, se ha convertido en una belleza pelirroja que trabaja en una óptica cuyo dueño (Gerardo) la trata como si fuera de la familia. Posee una manía que le puede acarrear más de un dolor de cabeza; escribe todo lo que se le pasa por la mente en cualquier trozo en blanco, lo que da como resultado que sus pensamientos más íntimos se vean mezclados con facturas y tickets de compra. (Debería comprarse una libreta).
Ella vive tranquila con su hermano Nico y aunque el pasado sigue acechándola como una sombra a la vuelta de la esquina, Pía, intenta no rememorarlo demasiado. Prefiere seguir adelante y no volver para atrás, ni para coger impulso.
O eso cree ella… No obtante, las hilanderas del destino tenían otros planes y es que las casualidades no existen, ¿o sí?
No quiero contaros más para no destriparos la novela, solo destacaré que también he disfrutado mucho con la trama de los secundarios. Al principio tenían tanto protagonismo como los principales y llegué a pensar que estaba ante una novela coral. A medida que avanza el libro, Nico y su amiga, dejarán vía libre a los verdaderos protagonistas de esta historia.
Y por último me gustaría destacar la buena B.S.O. que ha elegido Olga Salar para amenizarlos la historia de Pía y Martín. (Si pincháis el enlace os lleva directamente a la playlist que ha creado su autora en Spotify)
Igual te echo de menos que de más es una novela que te demostrará que por mucho que intentes corregir tus dioptrías amorosas, el corazón sigue siendo ciego.
Chocolate
Y como trocito de chocolate os dejo esta frase que me hizo mucha gracia.
¿No has escuchado decir aquello de que «la venganza es un plato que se sirve frío»? Pues ahora es mi turno para servir ensalada.
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