Tiempo de promesas
Elena Garquin
Editorial Phoebe
Año 917.
Las continuas batallas contra los musulmanes asolan los nacientes reinos cristianos. Martín Ruiz de Vega, guerrero al servicio del rey Ordoño, decide aspirar a algo más, por mucho que su situación militar le depare suculentas e inesperadas recompensas. Cansado de tanto derramamiento de sangre, solo desea formar una familia y llevar una vida tranquila. Pero la persona elegida por él, la única con quien ansía hacerlo está fuera de su alcance.
Jimena de Medina es una doncella tan inocente como hermosa, cuya memoria se ha visto seriamente afectada tras presenciar el asesinato de su padre, ocurrido años atrás. Desde entonces vive protegida por sus hermanos, esperando el momento de cumplir con los designios del rey, que la ha entregado en matrimonio a un poderoso conde castellano.
Ahora, una misión que le es encomendada al guerrero con el único fin de perjudicarle acabará por convertirse en el mejor viaje de las vidas de Martín y Jimena, provocando una cadena de acontecimientos que pondrán sus corazones a prueba de olvidadas promesas de sangre…
Opinión
Tiempo de Promesas es el primer libro que leo de Elena Garquin. He oído y leído muchas opiniones positivas de esta autora y sobre todo de su novela Tuareg y Casualmente Valentina. Cuando la community manager de la editorial Phoebe se dedicó a ponernos los dientes largos durante varias semanas, lanzando por las RRSS pequeños delicatessen de la novela, me dije que esta sí debía ser mía.
La portada es una preciosidad, te enamoras de ella nada más verla. Phoebe suele tener un buen ojo para elegir unas portadas que te inciten a darle la vuelta a la novela y leer la sinopsis para llevártela a casa. Para mí es fundamental para decidirme por coger esa y no otra de la estantería de librería, pero ese es otro debate en el que no voy a entrar hoy.
¿Qué os parece si os cuento algo de la novela? No mucho, claro está, porque me encantaría que sintiérais la sensanción que experimenté cuando supe… Os dije que no os iba a decir nada. Y yo cumplo mis promesas…
La novela se encuadra en el año 917 donde las batallas entre los cristianos y los musulmanes se sucedían entre ellos con el fin de imponer y demostrar su supremacía al otro, arrasando con todo lo que se interpusiera en su camino. Las referencias históricas, que acontecen más al principio de la novela, son pequeñas pinceladas que ayudan al lector a situarse en dicha época. La autora no realizará narraciones espesas cargadas de crónicas históricas que ralentizarían la trama y podrían llegar a perder el interés del lector de novela romántica. No, la sra. Garquin te introduce ese aliciente con sutileza y sencillez, lo que provoca que de pronto te descubras buscando en la Wikipedia todo sobre el rey Ordoño y su corte.
Martín Ruiz de Vega es un guerrero al servicio del rey Ordoño, cansado de tanto derramamiento de sangre, cuyo único deseo es formar una familia en paz. Sin embargo, sus ojos se han posado en alguien inalcanzable para su linaje. A Martín le podrán faltar títulos y tierras pero no el valor y la obstinación para luchar por sus sueños.
Jimena de Medina es una joven inocente que ha sufrido una situación trágica en el pasado. El ser testigo del asesinato de su padre le provocó la pérdida de memoria y continuas visiones que reproducían la escena de horror padecida. Sus hermanos, sobre todo, Hernán, El Lobo Gris la custodiaban como si fuera la mismísima reina de León.
Las parcas del destino, caprichosas en esencia, entrelazarán los hilos de las vidas de Martin y Jimena formando un robusto nudo difícil de desatar. Tendrán que superar numerosos obstáculos para que ello ocurra. A veces, nuestro peor enemigo es uno mismo. Lidiar con con el deber y el corazón no es fácil para nadie, tampoco para un diestro y temido guerrero.
«Sabía que aquel viaje estaría plagado de oportunidades para condenarse y condenarla a la desgracia más absoluta. Y lo peor de todo era que no le importaba».
Las escenas de sobrecogimiento y angustia se suceden a lo largo de la trama y hace que estés totalmente inmersa en la historia. El dejar de leer en mitad de una escena porque tienes que ir a trabajar y estar haciendo cábalas de qué les sucederá a los protagonistas, es algo muy difícil de conseguir y la sra. Garquin lo ha hecho.
Tengo que destacar el papel de Odón y Teodomira.
Odón es noble cuya ambición no tiene límites. Elena ha creado un protagonista mezquino que no le importa destruirse a sí mismo con tal de aniquilar a los demás. La autora ha sabido escenificar muy bien con hechos la ruindad del conde, y sobre todo, ha sido consecuente con ella.
Y por otro lado está Teodomira, una anciana curandera cuyas visiones sobre el destino de Martin y Jimena ahondan en el dolor de un pasado cruel.
«Teodomira superó la extraña mezcla de indignación, pena y dolor. Hacía demasiado tiempo que no derramaba lágrimas por las noches. Que no deseaba morir. Incluso se había olvidado de odiar. Pero todavía había algo que la hacía retorcerse de miedo: el destino».
A pesar de que Tiempo de promesas es una novela diga de recomendar a voz en grito, tengo que ser sincera y ha habido dos cosas que me han chirriado un poco.
En primer lugar, me hubiese gustado que las visiones de Jimena se hubiesen contado en primera persona, habría empatizado mucho más con ella. Al ser sus visiones, deberían de haberse contado por ella misma. Pero es una apreciación muy personal que no desmerece nada la obra.
Y en segundo lugar, al principio de la novela, los personajes masculinos hacen ciertas referencias a las protuberancias femeninas, babeando literalmente por estas. Me parecían fuera de lugar y que desmejoraban la escena. Y más en lo referente a Martín, que daban a entender que lo único existente entre Jimena y él era una simple atracción sexual, cuando sus actos evidenciaban que había algo más. Por eso no entendía por qué hacía esas alusiones tan físicas cuando no era su verdadero sentir. Vuelvo a repetir que es al principio de la historia y que por supuesto solo ocurrió en dos o tres ocasiones.
Sin embargo, al César lo que es del César, y tengo que quitarme el sombrero con la autora porque cuando llegó la ocasión de describir las escenas más íntimas, Elena lo hizo con un gusto y una elegancia dignas de las grandes.
En definitiva, la sra. Garquin con su estilo, su trama y un encuadre histórico perfecto, ha creado una novela digna de guardar en nuestras estanterías más preciadas. Enhorabuena, Elena. Has sido un gran descubrimiento.
PD: ¿Para cuándo tendremos noticias del férreo Lobo Gris?
Puntuación
Preciosa reseña! En general estoy del todo de acuerdo contigo, es la primera novela de Elena que leo y me ha gustado muchísimo la construcción de los personajes y como hacía en todo momento que no decaiga la acción. Quizá no sea perfecta pero para mí no tiene nada que desmerezca la historia y eso que no soy una gran fan de la novela histórica. Por sus historias igual cambio de opinión
Un saludo,
Patricia
Gracias por comentar. Es un historia preciosa. Besos
PUes mira que a mi no me ha parecido que desmerezca nada. Creo que todo ha ido de manera perfecta. Los sueños o recuerdos de Jimena no necesité tenerlos propiamente en primera persona para poder entender por todo lo que ella había pasado y en cuanto al comportamiento de Martín al inicio creo que queda subsanado cuando realmente conocemos todo el contexto.
Me ha encantado tu reseña incluidos esos peros que has encontrado, pues habla de variedad y eso me encanta. Gracias por compartir tu opinión, yo por mi parte vuelvo a repetir, espero que muy pronto con Elena
A mí también me ha gustado mucho. Los peros son muy personales, y para nada desmerecen la novela, y por supuesto que yo también repetiré con Elena.
Totalmente de acuerdo con tus comentarios sobre la autora, sus descripciones, personajes… También sobre la editorial. Da gusto como nos trata y mima a las lectoras de romántica.
En cuanto a tus inconvenientes: el primero si me chirrió al principio un poco, pero luego me acostumbré y no me volvió a molestar, de hecho no me volví a acordar. El segundo simplemente pensé «hombres»…
Estupenda crítica. Besos.
Muchas gracias, guapa. La verdad es que el libro es precioso.
Me ha encantado leer tu reseña. Ese personaje tan malvado que se autodestruye con tal de seguir con sus planes me dio pena, la verdad, ojalá se hubiera enmendado, jejeje. Y sí que me pareció que las escenas íntimas estaban descritas con sumo gusto. Repetiremos con esa autora, sin duda ;o)
Besotes de colega.
Gracias por comentar. Y sí repetiremos con Elena. Besos.
Vale, oficialmente cambio de status: de «Me estais poniendo verde de envidia», acabo de pasar a «Soy la única que aún no lo he leído?», jajja !
Lo cierto es que tengo muchas ganas de hacerlo, primero me enamoré de su portada y luego, de lo que habeis ido comentando de ella…quiero conocer a todos los personajes, incluído a Odón, jaja !
Besos !
Ya estás tardando.
Pues qué te voy a decir yo, que no soy objetiva??? Que muchas gracias por tus palabras, por tus pros y tus contras, por esa pedazo de reseña que te has currado y por haber concedido parte de tu tiempo a Martín, Jimena, Odón y ese «férreo» del que hablas que me trae de cabeza ahora mismo.
Besos!!
Muchas gracias. El libro lo merece. Espero leer pronto a ese Lobo Gris. Besos.
Hola! La verdad es que para mí ha sido toda una novela donde te atrapa desde el minuto uno, y que se nota esa madurez de pluma de la escritora como digo desde ‘Casualmente Valentina’.